¿Qué es un fondo de emergencia?
Gana libertad y tranquilidad financiera.
Sebastian Fernandez
10/5/20244 min read
Supongamos que te deshiciste de todas esas deudas que estaban lastrando tu poder de ahorro: tarjetas de crédito, préstamos personales, el préstamo para la compra de ese auto que tanto anhelabas.
Bien, ¿y ahora qué? Nuestro próximo objetivo debería ser ahorrar para nuestro fondo de emergencia, que básicamente conforma X meses de tu costo de vida básica (vivienda, alimentación, seguro médico, etc.).
Este dinero te dará tranquilidad de que si por alguna razón pierdes tu fuente de ingreso, podrás sobrevivir sin embargar tu futuro teniendo que acceder a créditos con altas tasas de interés que ejercerán estrés en tu vida para tener que devolverlos.
En otras alternativas más positivas, usar ese dinero para sostenerte mientras pones a prueba ese proyecto que siempre quisiste empezar pero que tanto miedo te daba. O poder renunciar a ese trabajo que no te hace feliz pero que no puedes hacerlo por falta de no tener otra oportunidad de trabajo ya mismo.
Creo que ya te vas haciendo una idea: un fondo de emergencia se trata de opciones y tiempo para decidir o para dedicar a lo que realmente te importa. J.L. Collins, autor de "Simple path to wealth", lo define como "F-Money" (Dinero para mandar a la mierda gente o cosas), es que básicamente es eso, tener el poder sobre tus decisiones sin verte limitado.
¿Cuánto debería ahorrar para mi fondo de emergencia?
Hay un consenso generalizado de que deberíamos ahorrar entre 6 y 12 meses de costo de vida. Pero la verdad es que depende de tu contexto y tus objetivos personales.
Si deseas un seguro de desempleo, entonces deberías considerar cuánto tiempo te costaría encontrar un nuevo trabajo. ¿Deseas tomarte unos meses sabáticos antes de buscar un nuevo empleo? Debemos sumar este tiempo a nuestro fondo. ¿Quieres emprender un nuevo proyecto? Además de la inversión inicial para tu proyecto, ¿cuántos meses de prueba hasta que te genere suficientes ingresos para vivir de él necesitarás? ¿Y cuántos para encontrar un nuevo trabajo?
Seguramente hayas escuchado historias de grandes empresarios que en sus inicios vivieron al filo de la bancarrota, no había otras opciones: o sus proyectos salían a flote o se quedarían en la calle. Seguro que es excitante leer este tipo de historias, el héroe que contra toda adversidad logra prosperar y salir adelante para ser un éxito rotundo. Y hoy en día no me quiero ni imaginar el estrés de esa persona durante todo ese tiempo, que todos los días se preguntaba si terminaría durmiendo en la calle. No sé tú, pero yo quiero tener una vida relativamente libre de estrés.
¿Dónde debería guardar este dinero?
El fondo de emergencia tiene que ser lo más líquido de nuestros ahorros. Liquidez en finanzas significa qué tan fácil algo se convierte en dinero, y atentos a esta revelación: no hay nada más líquido que el dinero mismo. Por lo tanto, deberíamos conservarlos en una cuenta bancaria, pero pronto surge un pequeño contratiempo: la inflación.
Ah, inflación, mi vieja y conocida amiga. Como todos los argentinos que hemos vivido parte, si no toda, nuestra vida adulta en este maravilloso país, la conocemos muy bien. La inflación es uno de los conceptos más intrusivos que el ser humano tuvo la oportunidad de inventar: tu dinero vale menos. Sí, sigues teniendo el mismo número en tu banco, pero en lugar de comprar dos cafés ahora puedes comprar uno. El sentido de urgencia por deshacerte del dinero que cada vez puede comprar menos cosas es tremendo; en Argentina decimos que la plata quema en nuestras manos y que necesitamos gastarla antes de que valga nada.
Si tienes la suerte de vivir en un país donde la economía es relativamente normal, ya cuentas con gran ventaja: la inflación no será tan salvaje y probablemente en muy raras ocasiones supere el 10% anual.
Dejarlo en una cuenta corriente supondrá que año a año perderemos ese poder adquisitivo de nuestro dinero ahorrado. Podemos pensarlo como la prima de nuestro seguro de desempleo, y esto estaría bien: un pequeño porcentaje en pos de paz mental.
También existen otras alternativas: cuentas remuneradas y algo un poco más avanzado y súper bajo riesgo son los fondos conocidos como Money Market, que invierten en elementos de renta fija de muy corta duración que tienen una menor liquidez que el dinero en el banco, ya que se acceden a través de un bróker y hay que transferir este dinero desde y hacia tu banco.
Pero lo que nunca debemos hacer es adquirir bienes que tengan alto riesgo de perder valor debido a fluctuaciones (criptomonedas, acciones, etc.) o que no sean líquidos ("compré este auto porque es un tremendo negocio, seguro lo vendo 20% más caro en poco tiempo") debido a que si llegáramos a necesitar ese dinero por una emergencia, deberíamos poder acceder a él de forma inmediata o casi.
¿Qué no es un fondo de emergencia?
Como ya declaramos antes, estos ahorros son para nuestra tranquilidad, tener opciones, no tener que recurrir a deudas caras o peleas familiares por deudas con estos.
Entonces, no deberíamos usar esta deuda para consumo de nuestros deseos. ¿A qué me refiero? Usarlo para una nueva televisión, pagar unas vacaciones que siempre soñamos, la entrada para la compra de un auto/moto más modernos. Para estos fines, ahorraremos en un fondo separado.
Disclaimer: Bajo ningún concepto lo expuesto en este artículo corresponde a una recomendación de inversión. Recuerda realizar tus propias investigaciones o consultar con un profesional antes de invertir.
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